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He comprobado que sí, las hostias me marcan el camino, cambiando el carácter, agotando la inocencia, haciendo del camino un constante estado de precaución, de miramientos y de semáforos en rojo.
- No, no, no! De eso nada!!
Con el pelo suelto.
He comprobado que sí, las hostias me marcan el camino, cambiando el carácter, agotando la inocencia, haciendo del camino un constante estado de precaución, de miramientos y de semáforos en rojo.
- No, no, no! De eso nada!!
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