viernes, 29 de julio de 2011

Real life.

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Había escrito una gran parrafada sobre la valentía que produce el ''anonimato'' en internet, sobre el secretismo, la falta de pudor y el ensalzamiento de ese álter ego, usado para expresar todo aquello que por la falta de personalidad, es impensable decir o hacer a la cara, pero he llegado a la conclusión que es suficiente con que cada uno lleve a sus espaldas esa... ''falta de tanto''.

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miércoles, 27 de julio de 2011

lunes, 18 de julio de 2011

Ya pasó!

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Serás pasado, como todo.
La cronofóbia va cesando y yo, domino la respiración.
La alexitimia, es bien recibida, Penny a regresado y la necesitará.

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Adios, nuevo barrio.

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Sunn O))) visión..

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good Monday! good News!!




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domingo, 17 de julio de 2011

Espalda quemada II.

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Me ha costado 7 lijas, 3 horas y quemaduras de 2º en los hombros, pero que carajao, ya tengo una y 1/4!!!


y que se mueran los feos!

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viernes, 15 de julio de 2011

Distritos en conexión.

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  • Exportar conceptos embotados.
  • Ampliar.
  • Descartar pasatiempos.
  • Retracción, merma, perdida.

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jueves, 14 de julio de 2011

miércoles, 13 de julio de 2011

ojos que no ven.


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   Topo.

Orden: Insectívora (Insectívoros).
Familia: Talpidos.
Género: Talpa.

  • Los topos son los únicos mamíferos europeos con vida propiamente subterránea o hipógea, al pasar gran parte de la misma bajo tierra, a la que se han adaptado de una forma asombrosa, pudiendo pasar largos periodos sin necesidad de tener que salir a la superficie.
  • El tacto es el sentido más desarrollado en el topo, particularmente en la punta del hocico, el que cuenta con unos pelos sensoriales llamados vibrisas, que mueve continuamente para detectar presas. Aun cuando el olfato y oído también les funciona no tienen estos sentidos muy desarrollados, mientras que la vista es un órgano que al no utilizarlo suele aparecer atrofiado.
  • En la topera desarrolla el animal su vida normal, siendo muy raro que salga de la misma, tan solo lo hace para beber en época de sequía, durante la época de dispersión de los jóvenes o en el celo en busca de pareja.
  • El topo no es un animal sociable, sino que se enzarza en frecuentes y encarnizadas peleas, que pueden ocasionarle heridas muy graves e incluso la muerte, cuando se cruza ocasionalmente con un congénere en sus movimientos, particularmente se producen estas mortales luchas en época de celo entre machos. 



pirograbado.
(pitigrabado) 

- hablemos de complejos...

martes, 5 de julio de 2011

Una mala noche, con sus pesadillas y sus lagrimas.

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.../ El lobo estepario

En aquellos días veía poco a Armanda, pero la víspera del baile estuvo un rato en mi
casa; vino para recoger su entrada, de la que yo me había encargado, y estuvo sentada
conmigo pacíficamente en mi cuarto, y allí se llegó a un diálogo que me fue muy singular
y me produjo una impresión profunda.
-Ahora estás realmente muy bien - dijo ella-; te prueba el baile. Quien no te haya
visto desde hace un mes, apenas te reconocería.
- Sí - asentí-; desde hace años no me he encontrado tan perfectamente. Esto
proviene todo de ti, Armanda.
-Oh, ¿no de tu hermosa María?
-No. Esa también es un regalo tuyo. Es maravilloso.
-Es la amiga que necesitabas, lobo estepario. Bonita, joven, alegre, muy inteligente
en amor, y sin que puedas disponer de ella todos los días. Si no tuvieras que compartirla
con otros, si no fuese para ti siempre un huésped fugitivo, no irían las cosas tan bien.
Sí; también esto tenía que concedérselo.
-Entonces, ¿tienes ahora, realmente, todo lo que necesitas?
-No, Armanda, no es así. Tengo algo muy bello y delicioso, una gran alegría, un
amable consuelo. Soy verdaderamente feliz...
-Bien, entonces, ¿qué más quieres?
-Quiero más. No estoy contento con ser feliz, no he sido creado para ello, no es mi
sino. Mi determinación es lo contrario.
-Entonces, ¿es ser desdichado? ¡Ah! Esto ya lo has sido con exceso antes, cuando a
causa de la navaja de afeitar no podías ir a tu casa.
-No, Armanda; se trata de otra cosa. Entonces era yo muy desdichado, concedido.
Pero era una desventura estúpida, estéril.
-¿Por qué?
-Porque de otro modo, no hubiese debido tener aquel miedo a la muerte, que, sin
embargo, me estaba deseando. La desventura que necesito y anhelo, es otra; es de tal
clase que me hiciera sufrir con afán y morir con voluptuosidad. Esa es la desventura o la
felicidad que espero.
-Te comprendo. En esto somos hermanos. Pero ¿qué tienes contra la dicha que has
encontrado ahora con María? ¿Por qué no estás contento?
-No tengo nada contra esta dicha, ¡oh, no!; la quiero, le estoy agradecido. Es
hermosa como un día de sol en medio de una primavera lluviosa. Pero me doy cuenta de
que no puede durar. También esta dicha es estéril. Satisface, pero la satisfacción no es
alimento para mí. Adormece al lobo estepario, lo sacia. Pero no es felicidad para morir
por ella.
-Entonces, ¿hay que morir, lobo estepario?
-¡Creo que sí! Yo estoy muy satisfecho de mi ventura, aún puedo soportarla durante
una temporada. Pero cuando la dicha me deja alguna vez una hora de tiempo para estar
despierto, para sentir anhelos íntimos, entonces todo mi anhelo no se cifra en conservar
por siempre esta ventura, sino en volver a sufrir, aunque más bella y menos
miserablemente que antes.
Armanda me miró con ternura a los ojos, con la sombría mirada que tan
repentinamente podía aparecer en ella. ¡Ojos magníficos, terribles! Lentamente,
eligiendo una a una las palabras y colocándolas con cuidado, dijo... en voz tan baja, que
tuve que esforzarme para oírlo:
-Voy a decirte hoy una cosa, algo que sé hace ya tiempo, y tú también lo sabes ya,
pero quizá no te lo has dicho a ti mismo todavía. Ahora te digo lo que sé acerca de ti y
de mi y de nuestra suerte. Tú, Harry, has sido un artista y un pensador, un hombre lleno
de alegría y de fe, siempre tras la huella de lo grande y de lo eterno, nunca satisfecho
con lo bonito y 10 minúsculo. Pero cuanto más te ha despertado la vida y te ha
conducido hacia ti mismo, más ha ido aumentando tu miseria y tanto más hondamente
te has sumido hasta el cuello en pesares, temor y desesperanza, y todo lo que tú en otro
tiempo has conocido, amado y venerado como hermoso y santo, toda tu antigua fe en
los hombres y en nuestro alto destino, no ha podido ayudarte, ha perdido su valor y se
ha hecho añicos. Tu fe ya no tenía aire para respirar. Y la asfixia es una muerte muy
dura. ¿Es exacto Harry? ¿Es ésta tu suerte?
Yo asentía y asentía.
-Tú llevabas dentro de ti una imagen de la vida, estabas dispuesto a hechos, a
sufrimientos y sacrificios, y entonces fuiste notando poco a poco que el mundo no exigía
de ti hechos ningunos, ni sacrificios, ni nada de eso, que la vida no es una epopeya con
figuras de héroes y cosas por el estilo, sino una buena habitación burguesa, en donde
uno está perfectamente satisfecho con la comida y la bebida, con el café y la calceta,
con el juego de tarot y la música de la radio. Y el que ama y lleva dentro de silo otro, lo
heroico y bello, la veneración de los grandes poetas o la veneración de los santos, ése es
un necio y un quijote. Bueno. ¡Y a mí me ha ocurrido exactamente lo mismo, amigo mío!
Yo era una muchacha de buenas disposiciones y destinada a vivir con arreglo a un
elevado modelo, a tener para conmigo grandes exigencias, a cumplir dignos cometidos.
Podía tomar sobre mí un gran papel, ser la mujer de un rey, la querida de un
revolucionario, la hermana de un genio, la madre de un mártir. Y la vida no me ha
permitido más que llegar a ser una cortesana de mediano buen gusto; ¡ya esto solo se
ha hecho bastante difícil! Así me ha sucedido. Estuve una temporada inconsolable, y
durante mucho tiempo busqué en mí la culpa. La vida, pensé, ha de tener al fin razón
siempre; y si la vida se burlaba de mis hermosos sueños, habrán sido necios mis
sueños, decía yo, y no habrán tenido razón. Pero esta consideración no servía de nada
absolutamente. Y como yo tenía buenos ojos, y buenos oídos y era además un tanto
curiosa, me fijé con todo interés en la llamada vida, en mis vecinos y en mis amistades,
medio centenar largo de personas y de destinos, y entonces vi, Harry, que mis sueños
habían tenido razón, mil veces razón, lo mismo que los tuyos. Pero la vida, la realidad,
no la tenía. Que una mujer de mi especie no tuviera otra opción que envejecer pobre y
absurdamente junto a una máquina de escribir al servicio de un ganadineros, o casarse
con uno de estos ganadineros por su posición, o si no, convertirse en una especie de
meretriz, eso era tan poco justo como que un hombre como tú tenga, solitario, receloso
y desesperado, que echar mano de la navaja de afeitar. En mí era la miseria quizá más
material y moral; en ti, más espiritual; la senda era la misma. ¿Crees que no soy capaz
de comprender tu terror ante el fox-trot, tu repugnancia hacia los bares y los locales de
baile, tu resistencia contra la música de jazz y todas estas cosas? Demasiado bien lo
comprendo, y lo mismo tu aversión a la política, tu tristeza por la palabrería y el
irresponsable hacer que hacemos de los partidos y de la Prensa, tu desesperación por la
guerra, por la pasada y por la venidera, por la manera cómo hoy se piensa, se lee, se
construye, se hace música, se celebran fiestas, se promueve la cultura. Tienes razón,
lobo estepario, mil veces razón, y, sin embargo, has de sucumbir. Para este mundo
sencillo de hoy, cómodo y satisfecho con tan poco, eres tú demasiado exigente y
hambriento; el mundo te rechaza, tienes para él una dimensión de mas. El que hoy
quiera vivir y alegrarse de su vida, no ha de ser un hombre como tú ni como yo. El que
en lugar de chinchín exija música, en lugar de placer alegría, en lugar de dinero alma,
en vez de loca actividad verdadero trabajo, en vez de jugueteo pura pasión, para ése no
es hogar este bonito mundo que padecemos...
Ella miraba al suelo meditando.
-¡Armanda -exclamé conmovido-, hermana! ¡Qué ojos tan buenos tienes! Y, sin
embargo, tú me enseñaste el fox-trot. ¿ Cómo te explicas esto, que hombres como
nosotros, hombres con una dimensión de más, no podamos vivir aquí? ¿En qué consiste?
¿No pasa esto más que en nuestra época actual? ¿O fue siempre lo mismo?
-No sé. Quiero admitir en honor del mundo, que sólo sea nuestra época, que sólo sea
una enfermedad, una desdicha momentánea. Los jefes trabajan con ahínco y con
resultado preparando la próxima guerra, los demás bailamos fox-trots entretanto,
ganamos dinero y comemos pralinés; en una época así ha de presentar el mundo un
aspecto bien modesto. Esperamos que otros tiempos hayan sido y vuelvan a ser
mejores, más ricos, más amplios, más profundos. Pero con eso no vamos ganando nada
nosotros. Y acaso haya sido siempre igual...
-¿Siempre así como hoy? ¿Siempre sólo un mundo para políticos, arrivistas,
camareros y vividores, y sin aire para las personas?
-No lo sé, nadie lo sabe. Además, da lo mismo. Pero yo pienso ahora en tu favorito,
amigo mío, del cual me has referido a veces muchas cosas y hasta que has leído sus
cartas: de Mozart. ¿Qué ocurriría con él? ¿Quién gobernó el mundo en su época, quién
se llevó la espuma, quién daba el tono y representaba algo: Mozart o los negociantes,
Mozart o los hombres adocenados y superficiales? ¿Y cómo murió y fue enterrado? Y así,
pienso yo que ha sido acaso siempre y que siempre será lo mismo, y lo que en los
colegios se llama «Historia Universal» y allí hay que aprendérselo de memoria para la
cultura, con todos los héroes, genios, grandes acciones y sentimientos, eso es
sencillamente una superchería, inventada por los maestros de escuela, para fines de
ilustración y para que los niños durante los años prescritos tengan algo en qué ocuparse.
Siempre ha sido así y siempre será igual, que el tiempo y el mundo, el dinero y el poder,
pertenecen a los mediocres y superficiales, y a los otros, a los verdaderos hombres, no
les pertenece nada. Nada más que la muerte.
-¿Fuera de eso, nada en absoluto?
-Si, la eternidad.

/...
 esto no se lo lee ni el más cultivado .


lunes, 4 de julio de 2011

...falling water.

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We Go Again!


todo empezó así...
 


 ♥oh..!




 



 





cámara: Holga espía.
 conclusión: Ganas de más.